El banco laminar ha sido diseñado partiendo de una sola lámina de acero en 6.35 mm de espesor sin ningún otro elemento adicional que la lámina en sí misma.

Este concepto no solo hace foco en su diseño novedoso, sino que apunta a crear un producto completamente antivandálico por no contar con partes sueltas ni expuestas, resultando óptimo para plazas u otros sectores públicos con poca supervisión.

A pesar de sus imponentes 6.35 mm de espesor, al no tener ningún tipo de soportes o estructura adicional, su diseño genera una sensación de liviandad totalmente opuesta a la realidad de su estructura.